Jorge Cebreiros Arce
Presidente de la Confederación Empresarial de Pontevedra
Estamos a las puertas de un verano ansiado por todos. Somos muchos los que nos preguntamos si será posible disfrutar unas vacaciones en términos similares a las costumbres prepandemia. Mientras avanza el proceso de vacunación que nos permitan consolidar la recuperación de la normalidad, los empresarios del sector turístico y afines, grandes y pequeños, autónomos, micropymes y pymes, han luchado por sobrevivir, conteniendo la respiración y haciendo lo necesario para resistir hasta que llegara el momento de poder volver a coger aire.
Desde el chiringuito de playa, que sólo funciona cuatro meses al año, o los autobuses para excursiones colectivas, los alquileres de vehículos, los campings, la empresa que alquila bicis o la que organiza recorridos en kayak, pasando por casas rurales u hoteles, sin olvidar los guías turísticos, los establecimientos de restauración (¡hay tantos!: restaurantes, taperías, tascas, bares, cervecerías…). Lo mismo sucede con otras muchas actividades: comercio de toda índole, peluquerías, agencias de loterías, supermercados… son tantas las actividades que no es posible mencionarlas todas.
Mención aparte merecen las agencias de viajes y los locales de ocio nocturno que, hasta ahora, han sido los perjudicados de esta crisis, víctimas de cierres perimetrales y alejamiento social impuestos, sin alternativas para su actividad.
Hay ganas, muchas ganas. Por parte de quienes nos visitan para conocer o recorrer nuestra tierra, pero también por parte de los que tienen al turismo y los servicios vinculados como modo de vida. Son incontables los empleos y empresas que en Galicia y el Norte de Portugal viven del turismo, un sector cuyo potencial, estamos convencidos, aún tiene mucho desarrollo por delante en años venideros.
A menudo, quienes tenemos la fortuna de vivir en este espectacular rincón de Europa que es la Eurorregión Galicia-Norte de Portugal, bromeamos con no divulgar ese secreto a voces. Nos volvemos proteccionistas de las bellezas naturales y la ausencia de masificación.
Este año lo que queremos es tentar a quienes aún no nos conozcan. Nuestra naturaleza desprendida y acogedora nos impulsa a compartir este privilegio.
Porque no es cierto que los veranos aquí sean de lluvia y niebla, sino de mar y montaña, sol y arena, río y prado, olor a hierba, siestas bajo una parra, a cubierto del sol, con los grillos cantando y la calma chicha de la tarde llenándolo todo.
¿Que el agua está fría? ¡Decimos que es vivificante! ¿Que a veces llueve? Decimos que aquí la lluvia es parte del paisaje. ¿Que se nubla el día? ¡Y eso qué importa si hay mil rincones diferentes, romerías, fiestas tradicionales, gastronómicas o culturales! ¡Tenemos de todo!
Y de lo mejor que tenemos, nuestras gentes, hospitalarias, generosas, amables, llenas de vida y ganas de pasarlo bien.
Y por si todo esto fuera poco, compartimos la tradición milenaria de caminar siguiendo un camino de estrellas para venerar al Apóstol. Porque este año, y el que viene, hacemos doblete y convertimos el Camino de Santiago en el protagonista.
También las primaveras, los otoños, los inviernos, todas las estaciones del año, tienen una magia única en esta esquina del mundo. Toda estación es buena, porque cada una de ellas ofrece lo mejor de la madre naturaleza para cambiar el escenario y ofrecer oportunidades nuevas. Y quien no lo crea, que venga y acepte el reto. La Eurorregión Galicia-Norte de Portugal les espera con sus brazos abiertos para hacer de este verano, un #DestinoInolvidable.