
21 Mar Las empresas también somos vulnerables | Faro de Vigo
Jorge Cebreiros Arce
Presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra
Es de justicia empezar felicitando y reconociendo el trabajo a todos los que estáis al pie del cañón. Solo juntos y desde la Fortaleza de Ánimo, la Responsabilidad colectiva, la Solidaridad y la Disciplina superaremos un escenario inédito para todos nosotros.
Esta sociedad hiperactiva, estresada e hiperconectada ha cambiado casi todas sus prioridades en días, incluso horas. Ahora debe preservar la vida, y el cambio climático, las amenazas territoriales, las guerras comerciales o el Brexit están a años luz.
No hay antecedentes. Para nadie. Tenemos miedo y aprendemos sobre la marcha, haciendo cada uno su parte, y no nos podemos permitir el lujo de no luchar unidos, con la máxima firmeza y contundencia, contra esta amenaza global.
Los gobiernos han ido tomando las medidas que han considerado más oportunas, en algunos casos tarde, y rectificando sobre la marcha. Deberían tener toda la información, y si no es así preguntar, pero deberíamos exigirles a nuestros gobernantes que vayan por delante de los acontecimientos. Estoy seguro que aún veremos muchas rectificaciones y nuevas medidas. Las necesitamos y las esperamos.
Algunos profesionales han asumido valientemente que son imprescindibles, más allá del riesgo: personal sanitario, cuerpos de seguridad, militares, logístico, de servicios… A otros muchos se nos ha exigido frenar en seco, y no sabemos cuánto tiempo durará ese frenazo.
Las empresas que no puedan acogerse a las medidas de flexibilización tendrán que bajar la persiana. Los préstamos, el alquiler, las facturas de servicios y proveedores y las cotizaciones y salarios de nuestros empleados, deberán ser atendidos. La falta de claridad del decreto no nos hace colectivo vulnerable.
Más del 99,6% de las empresas, por nuestra condición de micro pymes o pymes, estamos en riesgo. No comprendemos que una solución pase por solicitar el cese total de la actividad. No está en nuestro ADN, como tampoco hacer un ERTE. Los empresarios queremos y necesitamos la actividad económica y a todos nuestros trabajadores, y pedimos que las administraciones, y nuestros gobernantes, escuchen nuestras necesidades y tengan la sensibilidad de comprendernos.
Las empresas tenemos una gran capacidad de adaptación y sacrificio, lo hemos demostrado, pero la falta de seguridad y la incertidumbre son enemigas de nuestra actividad, y estamos ante la madre de todas las incertidumbres. En este escenario, donde los Gobiernos no son capaces de predecir qué pasará la semana que viene, no es lógico pedirle a un empresario que se comprometa a mantener el empleo los próximos 6 meses.
Estamos ante una crisis económica de la que solo saldremos con valentía para adoptar medidas y la aplicación del sentido común y la responsabilidad, adelantándonos a los problemas. Las soluciones y procedimientos del pasado, junto con las indefiniciones, no servirán de mucho ante esta nueva situación.
Todas las administraciones públicas, deben aportar soluciones, herramientas y medidas para superar, por el bien de todos, este momento crítico e insólito.
Lo conseguiremos, estamos poniendo lo mejor de nuestras organizaciones, empresas y trabajadores.