Jorge Cebreiros Arce
Presidente de la Confederación de Empresarios de Pontevedra

La Delegación de Cáritas de la diócesis de Tui-Vigo comienza su labor social en enero de 1970. En aquel momento, eran las parroquias las que atendían a los españoles más necesitados, ya que la capacidad del Estado para llegar a las clases con menos recursos era muy limitada.

Los Ayuntamientos y Diputaciones tenían un departamento de Beneficencia, que atendía a huérfanos y desamparados, pero las llamadas políticas sociales tal y como se conocen en la actualidad tardarían mucho en tomar forma y ser efectivas.

Cáritas Tui-Vigo llenó aquel vacío y cubrió las necesidades de quienes, muchas veces sin recursos, amparo o alternativa, siempre encontraban sus puertas abiertas y manos amigas dispuestas a ayudar, en los momentos más críticos o las situaciones más desesperadas. Así lo ha hecho desde entonces y continúa haciéndolo en el presente.

Son 50 años caminando con los que más lo necesitan, extendiendo su actividad y multiplicando sus esfuerzos hasta constituir una amplia red con representación en 67 parroquias de la diócesis. Sus obras son amores, y cada una de sus iniciativas está marcada por una identidad sin fisuras ni mácula, de entrega y sentido de caridad cristiana, cuyo objetivo es atender a los colectivos más vulnerables, a quienes, si se me permite la licencia, enseñan a pescar. Les dan la oportunidad de empezar de nuevo, de salir adelante, con y por sus propios medios, devolviéndoles la fe en una sociedad más justa y más solidaria.

Cáritas Tui-Vigo es el eslabón imprescindible que conecta ese espíritu y su labor social con las organizaciones y entidades, públicas o privadas, que, como la Confederación de Empresarios de Pontevedra, han venido colaborando con ellos para hacer siempre más y mejor por los menos favorecidos, para pasar de los dichos a los hechos, para hacer realidad lo que a veces parece imposible o inalcanzable.

Diez lustros después de su fundación, su desempeño y trabajo es más importante y necesario que nunca, en un contexto definido por desigualdades cada vez más marcadas y por las muchas amenazas que acechan a los que carecen de oportunidades o están en riesgo de exclusión. Es un camino en el que nos encontrarán y por el que, con todo el respeto y complicidad, les acompañaremos, hoy y siempre.